domingo, 1 de noviembre de 2009

EL VICIO DE EXTRAÑARTE




PARA DORMIR A LA PRINCESA IRENE.


Para que el alcanfor de la palabra

destiña el borrador de la memoria,

en secreto te escribo, abracadabra,

un soneto, el primero de tu historia.


Ya que el cemento pone en mi camino

el guantecito azul de tus anteojos,

yo lo recojo en nombre del padrino

de la niña más cursi de mis ojos.


Y como tengo el vicio de extrañarte

y el mono de las ganas de achucharte,

por tus cuatro solsticios y el que viene,


he hilvanado estos versos que mañana

te dormirán al ritmo de la nana

para dormir a la princesa Irene.



Joaquín Sabina

Ciento volando de catorce

Editorial Arte y Literatura.


.



No hay comentarios:

Publicar un comentario