jueves, 18 de marzo de 2010
QUÉ CELEBRAMOS HOY ?
domingo, 28 de febrero de 2010
CIRCUNSTANCIAS
jueves, 4 de febrero de 2010
SÍ EN MÉXICO
sábado, 26 de diciembre de 2009
LOS EJÉRCITOS SON LOS MÁS GRANDES APOYOS DE LA TIRANÍA
martes, 10 de noviembre de 2009
¿Y CUÁNDO CAERÁ EL MURO ENTRE MÉXICO Y EU?
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jueves, 8 de octubre de 2009
LOS QUE NO PAGAN IMPUESTOS

LIDERAZGO SIN COMPETENCIA
(Fragmento)
La sombra del magnate planea sobre la vida de la mayoría de mexicanos de clase media desde que despunta el sol. Una buena mañana, Pancho González sale para hacer media hora de ejercicio en su bicicleta, que está fabricada por Bimex. En la casa, los conductores de electricidad que dan luz a la vivienda son de Empresas Nacobre, y el agua de la ducha corre por tuberías de cobre extraído de una mina de FRISCO. El disco compacto que suena en el equipo de música mientras nuestro protagonista se viste fue adquirido en la cadena Mixup. La primera llamada telefónica del día es a través de la línea fija de Telmex.
El vehículo lleva neumáticos nuevos de la marca Euzkadi adquiridos en los almacenes Sears. De camino a la oficina, suena el teléfono celular, que tiene contrato con Telcel. Antes de llegar al trabajo es obligada una parada para desayunar. Qué mejor que cualquiera de las cafeterías de la cadena Sanborn´s, que abundan en toda la ciudad. Después del primer café del día apetece el primer cigarrillo, de Cigarrera la Tabacalera Mexicana (Cigatam). En el trabajo, lo primero es conectar el ordenador para revisar el correo electrónico y dar una ojeada a la prensa a través de Internet, cuyo servidor es de Prodigy Infinitum (Telmex). A media mañana, llega a la oficina un agente de seguros con el que contrata una póliza, de Seguros Inbursa.
La jornada llega a su fin y de regreso a su casa hace una parada en una pastelería para comprar unos chocolates elaborados o distribuidos por nacional de Dulces, y acompaña a un cliente al hotel Calinda, operado por Real de Turismo. Al llegar el fin de semana apetece una escapada al mar, sin que se disparen los gastos. Volaris, una línea aérea de bajo coste, es la compañía perfecta para viajar a Acapulco.
Todas estas empresas y negocios, que pertenecen a sectores tan diversos como bicicletas, construcción, minería, comercio, telecomunicaciones, autopartes, restauración, tabaco, alimentación, hostelería o aviación, giran en la órbita de Carlos Slim Helú, el número uno de los empresarios mexicanos, el más rico de los ricos, dueño de un conglomerado que representa más de una tercera parte del valor del principal índice bursátil de México.
Francesc Relea.
Los amos de México.
Jorge Zepeda Patterson (Coordinador)
Editorial Planeta Mexicana, S. A. de C. V.
sábado, 12 de septiembre de 2009
SALVO IR A MISA

1847
Un incidente fronterizo sirve de pretexto a los pequeños Estados Unidos para declarar la guerra al gigante dormilón, guadalupano y protector de la única y verdadera fe. Comenzó el 8 de mayo de 1847 y en apenas 4 meses, el 13 de septiembre, los estadounidenses tomaban Chapultepec y colocaban su bandera en el Zócalo. Así perdimos California, Arizona, Colorado, Utah, Nevada, Nuevo México y se confirmó la pérdida de Texas. El país que era chico se hizo grande a costa del que era enorme pero empleaba su producción de plata, la mayor del mundo, en hacer altares. Dos enseñanzas hicieron perdedor a México desde su nacimiento:
1. La enfermiza idea según la cual nacimos de la derrota azteca y no del triunfo de los pueblos indios oprimidos por los aztecas y levantados en armas contra sus opresores.
2. La enferma doctrina católica por la que “de nada sirve ganar este mundo si se pierde el alma”. La ciencia y sus subproductos, la industria y la tecnología son, por supuesto, de este mundo. Y ya que el Papa acaba de permitir a los católicos, en 1992, que crean la teoría de Copérnico, según la cual la tierra gira en torno al sol, en 1821 no había nada que hacer, salvo ir a misa para aterrarse con el infierno.
Luis González de Alba.
Las mentiras de mis maestros
Ediciones Cal y Arena.
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martes, 8 de septiembre de 2009
EL HONDO PLACER

(Fragmento)
He tratado solamente de señalar un hecho y de indicar una posibilidad: la posibilidad de encontrar un medio para reunir las buenas voluntades dispersas, los entusiasmos contradictorios, y para definir la insoportable angustia que ahora nos agota; el hecho de que hay una multitud de gentes que podrían trabajar juntas en vez de negarse y combatirse; de que hay una orientación, una razón común en los acontecimientos que en confusión terrible y sin aparente sentido ocurren en México.
Quiero decir, además, que una grave responsabilidad pesa sobre nosotros porque somos una “generación-eje”.
La historia se mueve por años sin cambio aparente. Las generaciones se suceden sin convulsión heredándose el mismo patrimonio de convicciones y de bienes. Pero en un momento, la historia se tuerce, el patrimonio espiritual y económico heredado resulta insuficiente y hay que decidirse a tomar un nuevo rumbo y a crear un acervo nuevo de ideas y de riqueza. La generación de ese momento es, así, el eje del cambio. De ella depende que tras de la temible sacudida que el movimiento produce, solo queden ruinas o rencor o se creen una organización y un patrimonio nuevos y mejores.
Esta es nuestra situación, esta es nuestra responsabilidad. No pensemos que somos mejores que otros ni consintamos en parecer peores. Sólo podemos estar destinados a ser diferentes. No hacernos ilusiones paradisíacas ni permitir que se prediquen seguros desastres.
Quizá esta generación, como todas, será apenas instrumento de fines superiores a los hombres. Aun así, nuestra época exige que lo seamos conscientemente y nos abre una puerta de esperanza al afirmar que es siempre posible la libertad, la libertad siquiera de ser un buen instrumento o un instrumento malo de la fatalidad que hoy se llama evolución.
El deber mínimo es el de encontrar, por graves que sean las diferencias que nos separen, un campo común de acción y de pensamiento, y el de llegar a él con honestidad – que es siempre virtud esencial y ahora la más necesaria en México.
Y la recompensa menor que podemos esperar, será el hondo placer de darnos la mano sin reservas.
México, Febrero de 1926.
Manuel Gómez Morín
1915
Planeta / Conaculta.
lunes, 31 de agosto de 2009
TE INVITO A HABLAR MAL DE MEXICO

Y EN LOS TIEMPOS OSCUROS ¿HABRÁ CANTO?
(Fragmentos)
Hace unos días, el presidente Felipe Calderón, criticó a los críticos, y convocó a hablar bien de México: “Hablar bien de México, de las ventajas que México tiene… Es la manera de construir, precisamente, el futuro del país”.
Y de allí, siguiendo su propio exhorto, pasó a congratularse porque la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes aquí es más baja que en Colombia, Brasil, El Salvador, o Nueva Orleans.
Las ventajas de México quedarán claras cuando decidamos hablar bien del país, concluyó.
Escribo ahora para pedirte --lector o lectora -- que hagas exactamente lo contrario a lo que el presidente exige.
Escribo ahora para recordarte que el estoicismo, la resignación, la complicidad, el silencio, y la impasibilidad de tantos explican, por qué un país tan majestuoso como México, ha sido tan mal gobernado.
Es la tarea del ciudadano, como lo apuntaba Gunther Grass, vivir con la boca abierta.
Hablar bien de los ríos claros y transparentes, pero hablar mal de los políticos opacos y tramposos; hablar bien de los árboles erguidos y frondosos, pero hablar mal de las instituciones torcidas y corrompidas; hablar bien del país, pero hablar mal de quienes se lo han embolsado.
El oficio de ser un buen ciudadano parte del compromiso de llamar a las cosas por su nombre.
De descubrir la verdad aunque haya tantos empeñados en esconderla.
De decirle a los corruptos que lo han sido; de decirle a los abusivos que deberían dejar de serlo; de decirle a quienes han expoliado al país, que no tienen derecho a seguir haciéndolo; de mirar a México con la honestidad que necesita; de mostrar que somos mejor que nuestra clase política y no tenemos el gobierno que merecemos.
De vivir anclado en la indignación permanente: Criticando, proponiendo, sacudiendo.
De alzar la vara de medición.
De convertirte en autor de un lenguaje que intenta decirle la verdad al poder.
Porque hay pocas cosas peores – como lo advertía Martin Luther King – que el apabullante silencio de la gente buena.
Ser ciudadano requiere entender que la obligación intelectual mayor, es rendirle tributo a tu país a través de la crítica.
Ante esa propensión al conformismo te invito a hablar mal de México.
A formar parte de los ciudadanos que se rehusan a aceptar la lógica compartida del “por lo menos”.
A los que ejercen a cabalidad el oficio de la ciudadanía crítica.
A los que alzan un espejo para que un país pueda verse a sí mismo tal y como es.
A los que dicen “no”.
A los que resisten el uso arbitrario de la autoridad.
A los que asumen el reto de la inteligencia libre.
A los que piensan diferente.
A los que declaran que el emperador está desnudo.
A los que se involucran en causas y en temas y en movimientos más grandes que sí mismos.
A los que en tiempos de grandes disyuntivas éticas, no permanecen neutrales.
A los que se niegan a ser espectadores de la injusticia o la estupidez.
A los que critican a México porque están cansados de aquello que Carlos Pellicer llamó “el esplendor ausente”.
A los que cantan en la oscuridad porque es la única forma de iluminarla.
Denise Dresser. Nota completa en:
http://www.elmananarey.com/diario/post/449553
lunes, 17 de agosto de 2009
POR QUÉ NO LE DESPIDEN

PENSAMIENTOS SUELTOS
(Fragmento)
México, desgraciadamente, no es otra cosa que una casa de vecindad, cuyo portero, lejos de permanecer en su puesto, se ha empeñado en vivirse en el estrado de la vivienda principal (sobre todo cuando en el zaguán hay algún riesgo), recibiendo visitas, fumando buenos puros, tomando el sol, y lo que es peor, comiéndose todas las rentas, y queriendo arreglar, según su capricho, el régimen interior de todas las viviendas, porque se ha empeñado en hacer felices a los inquilinos contra su más expresa voluntad. Pero, ¿en qué piensan esas gentes, que no hacen entender al portero que su obligación es solamente defender la casa de sus enemigos de afuera, o por qué no le despiden, si no entiende de razones?
-Señor, le alzan pelo los vecinos
-¡Hola! y ¿por qué?
-Porque… porque tiene bigotes
-¡Ah!...
Guillermo Prieto (1818 – 1897)
Lecciones a un periodista novel
Planeta / Conaculta.
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