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lunes, 11 de enero de 2010

SI NO ES CAPAZ DE ENTENDER




DE LAS PIEDRAS DE DAVID A LOS TANQUES


(Fragmento)



Desde el punto de vista de los judíos, Israel no podrá ser nunca sometido a juicio, porque fue torturado, gaseado e incinerado en Auschwitz. Me pregunto si aquellos judíos que murieron en los campos de concentración nazis, aquellos que fueron perseguidos a lo largo de la historia, aquellos que murieron en los pogromos, aquellos que quedaron olvidados en los guetos, me pregunto si esa inmensa multitud de desgraciados no sentiría vergüenza al ver los actos infames que están cometiendo sus descendientes. Me pregunto si el haber sufrido tanto no sería el mejor motivo para no hacer sufrir a los demás.

Las piedras de David han cambiado de manos, ahora son los palestinos los que las arrojan. Goliat está al otro lado, armado y equipado como nunca lo ha estado soldado alguno en la historia de las guerras, aparte, claro está, del amigo norteamericano. Ah, sí, las horrendas matanzas de civiles causadas por los llamados terroristas suicidas... Horrendas, sí, sin duda; condenables, sí, sin duda, pero a Israel le queda aún mucho que aprender si no es capaz de entender las razones que pueden llevar a un ser humano a transformarse en una bomba.



José Saramago. Nota completa en:
http://saramago.blogspot.com/2004/10/de-las-piedras-de-david-los-tanques.html

lunes, 6 de julio de 2009

NI PUTA IDEA


¿DÓNDE ESTÁ LA IZQUIERDA?

Hace alrededor de tres o cuatro años, en una entrevista a un diario sudamericano, creo que argentino, entre la retahíla de preguntas y respuestas solté una declaración que inmediatamente supuse que iba a causar agitación, debate, escándalo (hasta este punto llegaba mi ingenuidad), comenzando por las huestes locales de la izquierda y a continuación, quien sabe, como una onda que se expandiera en círculos, en los medios internacionales, tanto políticos, sindicales o culturales que de la dicha izquierda son tributarios. En toda su crudeza, sin escamotear su propia obscenidad, la frase, puntualmente reproducida por el periódico, era la siguiente: “La izquierda no tiene ni puta idea del mundo en que vive”. A mi intención, deliberadamente provocadora, la izquierda así interpelada, respondió con el más gélido de los silencios. Ningún partido comunista, por ejemplo, empezando por aquel del que soy miembro, salió a la palestra para rebatir o simplemente argumentar acerca de la propiedad o la falta de propiedad de las palabras que pronuncié. Con mayor razón, tampoco ninguno de los partidos socialistas que se encuentran en los gobiernos de sus respectivos países, pienso, sobre todo, en los de Portugal y España, consideró necesario exigir una aclaración al atrevido escritor que había osado lanzar una piedra al putrefacto charco de la indiferencia. Nada de nada, silencio total, como si en los túmulos ideológicos donde se refugian no hubiese nada más que polvo y telarañas, como mucho un hueso arcaico que ya ni para reliquia serviría. Durante algunos días me sentí excluido de la sociedad humana como si fuese un apestado, víctima de una especie de cirrosis mental que provocaba que no diera pie con bola. Llegué a pensar que la frase compasiva que andaría circulando entre los que así callaban sería más o menos ésta: “Pobrecillo, ¿qué se podría esperar de él con esa edad?” Estaba claro que no me encontraban opinante con la estatura adecuada.
El tiempo fue pasando, pasando, la situación del mundo complicándose cada vez más, y la izquierda, impávida, seguía desempeñando los papeles que, en el poder o en la oposición, les habían sido asignados. Yo, que mientras tanto había hecho otro descubrimiento, el de que Marx nunca había tenido tanta razón como hoy, supuse, cuando hace un año reventó la burla cancerígena de las hipotecas en los Estados Unidos, que la izquierda, allá donde estuviera, si todavía le quedaba vida, abriría por fin la boca para decir lo que pensaba del asunto. Ya tengo la explicación: la izquierda no piensa, no actúa, no arriesga ni una pizca. Pasó lo que pasó después, hasta lo que está ocurriendo hoy, y la izquierda, cobardemente, sigue no pensando, no actuando, no arriesgando ni una pizca. Por eso no es de extrañar la insolente pregunta del título: “¿Dónde está la izquierda?” No doy albricias, he pagado demasiado caras mis ilusiones.

José Saramago.
http://cuaderno.josesaramago.org/2008/10/01/%c2%bfdonde-esta-la-izquierda/
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miércoles, 24 de junio de 2009

LA DEMOCRACIA VA DESNUDA


DISENTIR ES UN DERECHO
(Fragmento)



El sistema democrático no tiene instrumentos de control que permitan evitar la lista de los abusos del poder económico. Como en la vieja historia del rey que va desnudo, la democracia va desnuda, está enferma. El Fondo Monetario Internacional manipula la democracia. No ha sido la decisión de un gobierno de un determinado país, que las personas no tengan un empleo permanente, un trabajo para toda la vida, sino del poder económico que está por encima de todo, y que condena a millones y millones de personas a morirse de hambre. La hipocresía y la mentira se convirtieron en instrumentos políticos de una eficacia tremenda y esto no puede ser así. Existe sí una democracia formal, pero ¿dónde está la democracia social, la democracia cultural? La izquierda se avergüenza de sus antiguas propuestas culturales, y quizás si las propusiera, podría no ganar las elecciones. La derecha también quiere ser de centro, pero hay circunstancias excepcionales en las que la derecha no tiene otro remedio que recuperar su cara. Saramago preguntó: ¿donde están las ideas de izquierda? Me asusta la facilidad con que los medios transmiten lo que dice el gobierno. Los periodistas son trabajadores, viven de una empresa, esa empresa tiene propietarios y es muy difícil, en ese caso, saber dónde está la objetividad. Lo que más me molesta es el camaleonismo de los periodistas. Es muy difícil mantener la libertad, sólo algunos están dispuestos a aceptar las consecuencias. Hace falta una mayor conciencia ciudadana activa y organización social para defenderse.

José Saramago. Nota completa en:

http://saramago.blogspot.com/2004/12/disentir-es-un-derecho.html


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