domingo, 7 de febrero de 2010
SERIA MUCHO MAS CRISTIANO
sábado, 16 de enero de 2010
EL MISTERIO DEL HOMBRE
Monseñor Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, llegó a la conclusión, en sus circunstancias concretas, de que la violencia revolucionaria era la única solución para su patria, y así lo predicó. Para unos es un mártir, para otros es un traidor a los ideales evangélicos, un provocador y un defensor de ideologías condenables. Cada quién juzga desde su óptica o desde sus intereses. Los dueños y los representantes del dinero y del poder condenarán siempre a monseñor Romero. Los pobres lo tendrán por santo, por mártir y por modelo.
Alegatos y explicaciones de la violencia –en sus aspectos biológico, psicológico, sociológico, económico, político, moral y religioso- hay muchos y de todos colores. La explicación última queda en la oscuridad y encaja en el misterio del hombre.
Enrique Maza
Sacerdote jesuita y escritor
Lo pleno y lo vacío
Ediciones Proceso.
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miércoles, 4 de noviembre de 2009
LA PENA DE MUERTE ESTA PERMITIDA

VIOLENCIA
(Fragmento)
Juan Pablo II, en su carta encíclica “El Evangelio de la Vida”, del 25 de marzo de 1995, enmarca la pena de muerte en el contexto de la legítima defensa,
“que puede ser no solamente un derecho sino un deber grave para el que es responsable de la vida de otro”.
Si esta defensa llegara a causar la muerte,
“el resultado mortal debe atribuirse al mismo agresor”.
Ahí sitúa el Papa la pena de muerte. Consecuentemente, el culpable de la pena de muerte es el mismo agresor a quien se le aplica. Su tesis deriva de la doctrina de Pío XII: el criminal pierde el derecho a la vida por su mismo crimen y el Estado le quita el bien de la vida a la que perdió el derecho; en consecuencia, el responsable de su pena de muerte es el mismo criminal.
“Si los medios incruentos bastan para defender las vidas humanas contra el agresor y para proteger de él el orden público y la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a emplear sólo esos medios”.
Si esos medios no bastan, la autoridad puede, en consecuencia, usar medios cruentos.
El Papa hace la distinción y lo enfatiza:
“El mandamiento “No Matarás” tiene un valor absoluto cuando se refiere a la persona inocente”. “Confirmo que la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente es siempre gravemente inmoral”.
Es la misma tesis de Pío XI y de Pío XII. En consecuencia, no es inmoral la eliminación de la vida de un ser humano culpable. El mandamiento “No Matarás”, no se refiere a los culpables, sino sólo a los inocentes, según la doctrina de Juan Pablo II. Por eso dice con respecto a los reos:
“La pena que la sociedad impone tiene como primer efecto el de compensar el desorden introducido por la falta. La autoridad pública debe reparar la violación de los derechos personales y sociales mediante la imposición al reo de una adecuada expiación del crimen… La medida y la calidad de la pena deben ser valoradas y decididas atentamente , sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo, salvo cuando la defensa de la sociedad no sea posible por otro modo”
En consecuencia, según Juan Pablo II, que sigue la doctrina tradicional de la iglesia, si la pena de muerte es el único modo de defender a la persona y a la sociedad contra un agresor, la pena de muerte está permitida. La permisión depende del juicio que haga la autoridad.
Enrique Maza.
Sacerdote jesuita.
Lo pleno y lo vacío.
Ediciones Proceso.
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jueves, 25 de junio de 2009
ESTALLARÁ LA VIOLENCIA

Toda situación de fuerza, de explotación, de opresión, de dominio, de miseria correspondiente a la acumulación de riquezas, de injusticia estructurada o generalizada genera –más temprano o más tarde- explosiones de violencia. Es lo que Estados Unidos no quiere entender de la situación centroamericana, por ejemplo. Es lo que tendrá que pasar algún día con la deuda exterior de América Latina, porque es una situación violenta de usura internacional a gran escala, con sus consecuencias de agotamiento económico, de empobrecimiento y de miseria generalizada. Estallará la violencia. Llámese Sendero Luminoso, guerra de las drogas, guerrillas, Ejército Zapatista o miseria generalizada.
Enrique Maza
Sacerdote jesuita y escritor
Lo pleno y lo vacío
Ediciones Proceso.
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