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miércoles, 10 de marzo de 2010

A HUIR DE LA NADA




MARIPOSA DE MIL COLORES

Divorciada y con dos hijas huí de la ciudad para perderme en donde no pudiera encontrarme ni yo misma. En otras ocasiones no logro entender con certeza  mis intenciones, pero esta vez estaba segura de que deseaba escapar de mi entorno, como si me perturbara la rutina, el matiz de las paredes, los olores de la ciudad.
Tantos meses desde el cambio de casa, y varias cajas de libros y recuerdos seguían  sin desempacar, reclamándome noche y día que querían salir a ver la luz del sol, vivir en la intemperie, dejar de habitar en un lugar de cartón frío y oscuro.
Pendientes, sobres, llamadas, papeles de bancos y de seguros, Asuntos irresueltos, acuerdos inconclusos, cartas  de autenticidad rondaban reclamando mi atención…así que entre el debo y el quiero, dentro del me pierdo y a la vez me encuentro, batallando sin descanso desde mi interior, una yo sofocada tratando de entender un poco el cómo y el por dónde, sentía, cada vez con más potencia, como que se me iba pasando la vida sin que pudiera yo retomarla.
En el momento en que vi a mis hijas irse con su papá a la playa me ganaron las ganas y se me extendieron las alas de esa mariposa de mil colores que llevo dentro, y sin tratar de esclarecer detalles, ni darle explicaciones a nadie, empaqué unas cuantas cosas y huí del mundo con pareo en mano sin dirección precisa con la intención de que nadie, absolutamente nadie, pudiera saber de mí. Me convencí de que la tentación de aventurarme  sin rumbo y sumergirme en la nada me llenaría de vida; aposté con todo a obedecer mis instintos y a cuidarme yo sola; dejar los deberes y las responsabilidades para otro momento y soltarme el pelo junto con las pretensiones e ir en busca  de absolutamente nada.
Los primeros días me dejé tostar hasta los senos; se quejaron mis pezones y esa piel desacostumbrada a sentir los rayos del sol. Un atardecer, los mosquitos golosos se deleitaron picando mi piel y chupando mi sangre. En un hotelito dormí muerta de frío, extrañé mi cama y a las seis de la mañana busqué dónde tomarme un café con leche y una concha. Recorrí el lugar en bicicleta, me hice amiga de unos niños y por la noche  me emborraché con tres viajeros que venían desde Torreón. Nadé en un lago, me clavé en mi reflejo, me asoleé en un muelle, me subí en una lancha y muy temprano al día siguiente acompañé a un hombre a pescar.
Perdí mis lentes oscuros, intercambié un libro y jugué como portera en una cascarita. Ganamos seis a tres.
Canté con un trío. Se puso nublado. Me fumé un muy buen churro y me quedé en una plaza llena de hippies muchas horas comprando pulseritas y viendo llover. Toqué la guitarra. Me subí a un columpio. Extrañé a mi abuela y un tipo guapo me invitó a cenar.
Entré a museos. Recorrí callejones. Conocí a un italiano que me comió con los ojos, y yo, fascinada, me lo devoré. Saludé a la bandera, dormí bajo un árbol, creo que era un encino, y cuando me sentí sola, lloré.
Me perdí en un bosque. Me habló el viento. Caminé sin rumbo y encontré una cascada de agua helada, donde  sin pensarlo dos veces, medio desnuda, me bañé.
Desayuné chilaquiles. Visité iglesias. Dormí en una hamaca. Me vestí sin calzones y ayudé a vender flores al marchante de un mercadito local. Me pedí mis tequilas, me gané un sombrero y ahí mismo me ligué a un general.
Me reporté con mis padres. Compré dos playeras. Sentí la tarde caer en mis brazos y conté estrellas en cuanto desaparecía  completamente el sol. Hablé con extraños, descansé por la tarde y me sorprendió de cerca un pequeño ratón.
Extrañé a mis hijas. Probé un licor nuevo. Dormí hasta las doce; me aburrí como tonta y jugué solitario en un horroroso café internet. Me bañé en una tina, me acaricié todo el cuerpo y más de una noche quise volar.
Me enamoré de un árbol, tomé mucho agua, caminé hasta perderme, canté a gritos sola, me tropecé de regreso y, con la rodilla sangrando, pedí un aventón.
Soñé con verdugos, con cascabeles, con hongos gigantes y con una flor. Me levanté alucinada y desde temprano, sin razón alguna, otra vez lloré.
Basta. Renuncié a perderme sin sentido. A huir de la nada. Me reconocí vana en la aventura, incapaz de llenar huecos que deben de permanecer vacíos. Quise cruzar fronteras, probar que me atrevo. Encontrarme a mí misma bajo la luz del sol. Concebí la vida con movimiento, pero con sentido. La nada me estaba dejando vacía, sin ganas de nada.
Empaqué mis cosas y decidida, dos días después, regresé a la ciudad.
Me reencontré con mis hijas, comimos helados. Escuché los recados, contesté dos correos y fui bajando poco a poco la velocidad.
Acosté a mis pequeñas, y por fin en mi cama, otra vez en mi entorno, recuperé mi lugar.

Nora Emilia.
La Chulanga. Una mujer sin pudores registrados.
Random House Mondadori.

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miércoles, 3 de marzo de 2010

Y ERA ELLA



LO FANTÁSTICO IRRUMPE EN LO COTIDIANO
(Fragmento)

Yo conocía a una mujer con quien no tenía ninguna relación pero hubiera querido tenerla. Y ella también conmigo. Estábamos muy separados geográficamente, y había habido un largo silencio epistolar por razones que podían explicarse por ambas partes. En un momento dado, un día lunes me llega una carta de esta mujer, aquí a esta casa. Me dice que está en París y que ojalá pueda verme.
            Yo estoy ante la víspera de la partida de un viaje de tres meses y de ninguna manera quiero que ese encuentro sea el típico rendez vous en un hotel para después separarse. Por eso le contesto la carta diciéndole que no nos veremos, que cuando vuelva del viaje podremos encontrarnos. Sé que voy a hacerla sufrir porque ella hubiera preferido un encuentro episódico aunque yo no, porque veo las cosas de otra manera. Mandé la carta a las cuatro de la tarde y ella tenía que recibirla al otro día.
            Esa noche yo tenía una cita con un amigo en un teatro por el lado del Marais, y caminé mucho vagando por la ciudad porque no quería llegar temprano. En una esquina determinada me crucé  con una mujer, era una esquina bastante sombría del Quartier Latin. No sé por qué nos volvimos, nos miramos, y era ella.
            París tiene unos nueve millones de habitantes, esa mujer, había mandado su carta  sin saber si yo estaba aquí; si la recibiría o no, mi carta de respuesta debía llegarle al otro día; el domicilio de ella quedaba muy lejos del mío.
            Matemáticamente analizado, yo creo que esto no se puede defender con las leyes aristotélicas. Hay una serie de cosas, de combinaciones que nos llevaron a los dos a caminar en esa dirección y a cruzarnos precisamente en ese punto. Que, para mayores datos, era una esquina donde sucede un episodio  muy importante de una novela mía. O sea, que incluso el lugar de ese encuentro increíble formaba parte de una constelación que escapa a toda racionalidad.

Julio Cortázar, entrevistado por Ernesto González Bermejo
Conversaciones con Cortázar
Editorial Hermes.

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lunes, 4 de enero de 2010

LOS NOMBRES DE BATALLA




HOMENAJE AL “NOM DE GUERRE 2” (1958)



La Quasimoda, la Tamal Pisque, la Shazana, la Chinchilete, la Yo Machete, la Vargas Vila, la Prensa Gráfica, la Pedo de Monja, la Mandolina, la Choca Chica, la Pecuecho, la Peche Trini, la Paterna, la Caca de Chucho, la Esther Shinola, la Mima Pílsener, la Mala Noche.
La Tumbaíto, la Pepsicola, la Tos de Orquesta, la Atlacatla.
La Chinta de Palo, la Sor de a Peso, la José Matías Delgado, la Cuis de Yuca, la Micaila Tostón, la Isabel la Católica, la María Pintura, la Boxeadora, la Refugium Peccatorum, la Consolatrix Aflictorum, la Chema Lemus, la Ombligo Loco, la Trucutú, la Huevo Tibio, la Pequeña Lulú, la Chinchintora, la Cadetilla, la Pelé, la Padre Mario, la Birrionda, la Globe-Trotter, la Flor Natural, la Mímimum Vital, la Poetisa, la Coloradilla, la Grapette…


Roque Dalton
Las historias prohibidas del Pulgarcito
Editorial Siglo XXI.

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sábado, 2 de enero de 2010

BUSCO AMANTE




XXV
Prosigue el mismo asunto y determina que prevalezca la razón contra el gusto

Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.

Al que trato de amor hallo diamante;
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata
y mato  a quien me quiere ver triunfante.

Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquel, mi pundonor enojo;
de entrambos modos infeliz me veo.

Pero yo por mejor partido escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que de quien no me quiere, vil despojo.


Sor  Juana Inés de la Cruz
Selección Poética
Editores Mexicanos Unidos, S: A.


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lunes, 7 de diciembre de 2009

SE DESPRENDE DE TI LA CLARIDAD



ODA A LA BELLA DESNUDA



Con casto corazón, con ojos
puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para
que te acuestes en mi oda
como en tierra de bosques o de espuma:
en aroma terrestre
o en música marina.

Bella, desnuda,
igual
tus pis arqueados
por un antiguo golpe
del viento o del sonido
que tu orejas,
caracolas mínimas
del espléndido mar americano.
Iguales son tus pechos
de paralela plenitud, colmados
por la luz de la vida,
iguales son
volando
tus párpados de trigo
que descubren
o cierran
dos países profundos en tus ojos.


La línea que tu espalda
ha dividido
en pálidas regiones
se pierde y surge
en dos tersas mitades
de manzana
y sigue separando
tu hermosura
en dos columnas
de oro quemado, de alabastro fino,
a perderse en tus pies como en dos uvas,
desde donde otra vez arde y se eleva
el árbol doble de tu simetría,
fuego florido, candelabro abierto,
turgente fruta erguida
sobre el pacto del mar y de la tierra.


Tu cuerpo, en qué materia,
agata, cuarzo, trigo,
se plasmó, fue subiendo
como el pan se levanta
de la temperatura,
y señaló colinas
plateadas,
valles de un solo pétalo, dulzuras
de profundo terciopelo,
hasta quedar cuajada
la fina y firme forma femenina?


No sólo es luz que cae sobre el mundo
la que alarga en tu cuerpo
su nieve sofocada, sino que se desprende
de ti la claridad como si fueras
encendida por dentro.


Debajo de tu piel vive la luna.



Pablo Neruda
Nuevas Odas Elementales. Tercer Libro de las Odas
Random House Mondadori, S. A.

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domingo, 13 de septiembre de 2009

¿CONOCES ALGUNA MUJER TOTALMENTE PALACIO?




SOY TOTALMENTE CENSURA*

(Fragmento)



…Cínica, autoritaria, narcisista, metalizada, frívola, tramposa, cruel, aunque también dotada de un ingenio especial para hacerse querer a pesar de si misma, ..la Mujer Totalmente Palacio (MTP) sabe que uno no se enamora de las mujeres que le convienen, toda vez que ir detrás de la más inconveniente le parece una gesta principesca que soporta cualquier estado de cuenta.

…“Uno nunca conoce a una mujer”, escribe Norman Mailer, “hasta que la enfrenta en un juicio de divorcio.” Cada vez que decido ya no mirar hacia los espectaculares donde aparecen sus palabras terminantes, alguien adentro me aconseja no incomodar a los feroces abogados de una MTP, que como ya ella misma reconoce lleva en la identidad un totalitarismo que se asume magnético y punto. No discute, ni piensa demasiado las cosas. Es, de pronto, superficialmente profunda, pero lo disimula gracias a que es profundamente superficial…

Cuando un hombre se entrega a aquilatar la hermosura de una determinada mujer, suele hacerlo a pesar de sus vestimentas. Lo ideal, claro, sería poder juzgar sin estorbos. Imparcialmente. Las mujeres en cambio, ven el conjunto entero. Ello explica que de repente encuentren guapísima justamente a la menos favorecida de las damas presentes. “Mira qué bien se viste”, dice una, observando detalles en teoría importantísimos que a la líbido masculina suelen tenerle sin el menor cuidado. “¡Y qué bonito cutis!”, le replica la otra, con una envidia a todas luces inexplicable. ¿Le importa a uno realmente que la mujer deseada tenga un cutis ligeramente menos rozagante que el de su tía que cada año se gasta una fortuna en cremas y tratamientos? Ahí es donde interviene la MTP. Debe ser una presión especial ser mujer y toparse con uno de esos anuncios espectaculares que le recuerdan cuán amenazadora es la opinión probable de las demás mujeres. La responsabilizan, a ojos de los demonios interiores. “Allá tú si prefieres ser un esperpento”, sentencia sin palabras ..la MTP.

Si lo que se desea es insultar a una mujer de la peor y más baja manera, no hay más que sugerirle que está gorda. Lo de menos es si la chica en cuestión está realmente pasada de kilos, pues hasta a la más flaca le basta con creer que hay un solo lugar donde le sobra grasa para que cargue con la cruz del miedo que algún miserable le note lo gordita. Así, en diminutivo, que es como más le duele porque denota cierta compasión. ¿Tendría algo de raro descubrir que más de uno entre los grandes seductores acostumbra echar mano de la de la táctica artera de llamarlas a todas Flaquita? Nadie consigue ser totalmente flaca, ni totalmente hermosa, ni totalmente Palacio; intentarlo, o siquiera pretenderlo, es al menos ponerse un poco a salvo de lo que diga ..la MTP interior.

Soy letalmente Palacio, declara la MTP en los sueños del tacaño. Soy frugalmente Palacio, le promete a su novio cuando recibe el anillo. Soy papalmente Palacio, se excusa con la vista perdida entre los cielos cuando le hablan de clases de tejido. Soy brutalmente Palacio, se reprende al final de una venta nocturna. Soy fatalmente Palacio, le explica al abogado de su futuro ex para justificar el monto de su pensión.

Se equivoca quien piensa que a una MTP se le quiere en virtud de sus cualidades. Pues todo lo contrario y tal como sucede en los resbalosos territorios del hechizo afectivo, no se enamora uno tanto ni tan sabroso de las virtudes –al final ordinarias: patrimonio de todos– como de sus defectos apropiables como las líneas de un poema –El dedo chueco, la discreta bizquera, el gramaje indeseado que sin embargo tiene lo suyo. Tal vez el gran encanto de la MTP no radique en la ausencia de defectos, que por supuesto es inacreditable, como su modo de disimularlos y hacer como si nunca hubieran existido. Pretender inclusive que no es una MPT, pasaba por allí cuando a un sapo asqueroso le dio por perseguirla. Que horror, con esas fachas.


Xavier Velasco

* Texto encargado al autor para una publicación de “El Palacio de Hierro” y finalmente censurado.

Nota completa en:

http://blogs.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.view&friendId=212847874&blogId=462063365


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domingo, 30 de agosto de 2009

TODAVÍA BESARA






LA MUJER FUERTE


Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días
mujer de saya azul y de tostada frente,
que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía
vi abrir el surco negro en un abril ardiente.

Alzaba en la taberna, honda, la copa impura
el que te apegó un hijo al pecho de azucena,
y bajo ese recuerdo, que te era quemadura,
caía la simiente de tu mano, serena.

Segar te vi en enero los trigos de tu hijo,
y sin comprender tuve en ti los ojos fijos,
agrandados al par de maravilla y llanto.

Y el lodo de tus pies todavía besara,
porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara
¡y aún te sigo en los surcos la sombra con mi canto!


Gabriela Mistral
Selección Poética
Editores Mexicanos Unidos.

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viernes, 21 de agosto de 2009

Y EN EL VIENTRE UNOS LATIDOS






CUANDO AGOSTO ERA 21



Se ocultaba en los pilares de los viejos pasadizos

para esconder el hijo que pronto le iba a llegar

fue dificil esconder en un pobre delantal

los tres meses..... de más...


Y salia del colegio con un siete en la libreta

y en el vientre una cometa que pronto querra volar

y se iba a caminar, y se iba a preguntar

por las calles sin final...


Y se fue a donde un cura quien le dijo era pecado

y muy pronto un abogado le hablo de lo legal

y fue el profesor de ciencias

quien hablo de la inconciecia

de la juventud actual... de la juventud actual

Los que juzgan no ha sentido el amor...

el dolor...

y en el vientre unos latidos...

y se enredan en prejucios!

y el amor... se quedo en unos cuantos latidos...


Y sobraron los consejos que le hablaban de pastillas

de una vieja mujercilla que el trabajo lo hace bien

no falto la buena amiga, esa amiga entre comillas

que le dio una direccion...


Y salio desde el colegio en una fria mañana

cuando la vieja campana aun no daba su talán,

mientras el profe de ciencias hablaba de la inconciencia

de la juventud actual.


Cuando agosto era 21 la encontraron boca arriba

con la mirada perdida y su viejo delantal

y en el bolso del colegio dibujado un corazón

que decia... tu y yo.... que decia tu y yo...

Los que juzgan no han sentido el amor...

el dolor...

y en el vientre unos latidos

y se enredan en prejuicios!

y el amor?...



Fernando Ubiergo, Compositor

Amparo Ochoa, Intérprete

CD Mujer

Discos Pueblo.


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martes, 7 de julio de 2009

LO MEJOR POSIBLE


TU JEFE ERES TÚ


La mayoría de las mujeres son muy responsables. Sienten que, como madres y esposas, quieren hacer su trabajo lo mejor posible. Quieren estar orgullosas de sus casas y de sus hijos. No hay otro lugar donde puedan mostrar lo que pueden hacer. Si una mujer es buena administradora, se gana el respeto de las otras mujeres y esto es importante para cualquier mujer.

Por lo tanto no hay necesidad de un capataz o de una supervisora que dirija en la casa. La forma en que vive la mujer y el trabajo que debe hacer es lo que la mantiene a raya. Esta forma de vida es también la que le enseña disciplina. Aprende cuándo decir algo y cuándo quedarse callada. Aprende a hacer cosas sola. Si hay algo que ha de hacerse y su marido no lo hará, lo hace ella. Una mujer con cuatro niños pintó toda la parte exterior de su casa. Decía que no quería esperar otros cinco años a que lo hiciera su marido.


Mariarosa Dalla Costa y Selma James.
El poder de la mujer y la subversión de la comunidad.
Siglo Veintiuno Editores.
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sábado, 27 de junio de 2009

SOMOS UN SOLO COMBATIENTE

TE AMO KRISTIN
(Fragmento)

Reconóceme.
Por los días de hacer el amor y respondernos la sangre.
Por el primer surco abierto el primer día.
Por tu silencio como la lucha más firme
y resuelta.
Por este país nuestro que nos duele de diario
como el filo de la bayoneta a 9 cm
retenido aún por mi muslo izquierdo
Por las municiones oficiales de octubre y junio
que nos cercaron
y hallaron eco en los que sólo tenían ya un cuerpo
de mujer
de viejo
de niño.
Por estos muertos amor nuestros
por las celdas, presidios, torturas y cráneos marcados.
Porque defendemos la vida y nuestra lucha.
Porque estamos ciertos de que somos un solo combatiente.
Por los días de muerte que esperan a nuestro pueblo
a nuestros hijos.
Te amo esposa, compañera.

Acéptame de siempre.
Por las ideas el hospital, tu arte, los gemidos de la sala de labor
los dibujos de 5 años de tu hijo
el saber que me siguen
y mi sudor de noche de encontrar el espanto en nuestra casa.
Te amo esposa, compañera.

Te amo.
Por tus muslos y tu espalda y tus senos
recorridos como topografía prevista para la represión.
Porque nos amamos desde antes de nuestras manos juntas
y después de nuestras tumbas por separado.
Porque te beso en cada grito rebelde de América
y en cada esperanza mexicana.
Te amo.
Yo te amo esposa, compañera

Leopoldo Ayala
Vivirás América
Siglo XXI Editores.

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viernes, 5 de junio de 2009

ME HAS NEGADO TU CUERPO

DE OTRA VEZ AMARILIS


El tiempo ha pasado y vuelves a mi memoria.

Tu auto trepando hacia la sierra, la Cream-Rica
¿recuerdas? Volteando a la derecha, todos esos moteles.

Entonces éramos nosotros; no tú, no yo. Me quiérote,
te gózame, me amándonos, decíamos.

¿A quién llevas ahora? Contigo entre las piernas
¿quién pega de alaridos y triza los espejos
donde nos repetíamos bestiales y dulcísimos?

¿Qué otro vientre recibe tu miel mía, peruano? Di
qué frívola puta, qué sórdida hipócrita limeña,
qué casada cuidadosa del cornudo.

Hijo de perra, ¿lo haces? Pero allí no, nunca, con
nadie vuelvas a la habitación 35. Que se te
muera para siempre, que se te pudra si regresas.

Una vez dije allí no ¿recuerdas?, dije después
donde quieras. Tu me observabas igual que un
entomólogo. Eras un médico lascivo examinando
una muchacha muerta de amor: no hables, eres
una muñeca, un cuerpo sin voluntad, y me
acabas probándome, y fui un durazno de esos
que se abren con la mano

Un durazno, dijiste a mis espaldas, a la luz de la tarde,
separando con suavidad mis carnes, descubriendo lo que ni
yo conozco, mi zona más oscura, la que guarda esa caricia atroz,
obscena y tuya que no olvido.

Júralo: no has de volver a esa cama con nadie. Me has negado
tu cuerpo, el que gustaba mirar impúdico y erecto viniendo
a mí, el tuyo que era el mío. Concédeme esto entonces:
anda a otro sitio a hacer tus porquerías.

O vuelve a la habitación 35. El tiempo ha pasado. Ya no hay
sino recuerdos y Amarilis qué puede sino juntar palabras.
ahora somos tú y yo, no existe más nosotros. Uno y uno,
dos solos: yo y esa mierda que tú soy y yo añoras,
desgraciado.

Márgara Sáenz.
Lengua Erótica.
Villegas Editores.

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jueves, 4 de junio de 2009

AL SUICIDIO


MUJERES


Pérfidas somos astutas
hechiceras y falaces
sigilosas y voraces
viperinas diminutas
alimañas prostitutas
endiabladas veleidosas
indomables ominosas

Y el hombre sabio agoniza
si faltamos va de prisa
al suicidio
Somos diosas.


Nuvia Estévez
La eterna danza
Editorial Letras Cubanas

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domingo, 24 de mayo de 2009

ES UN ENIGMA


UNA MUJER DESNUDA Y EN LO OSCURO

Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.

Letra: Mario Benedetti; Música: Joan Manuel Serrat
CD “El Sur También Existe”