jueves, 31 de diciembre de 2009

CON TODA LA FUERZA DE LA RAZÓN





EL DERECHO A LA REBELION
(Fagmentos)

…A río revuelto, dice el adagio popular, ganancia de pescadores. Y en el río revuelto que es México, con una clase política en el poder enfrentada de la manera más violenta, con una clase empresarial con grandes diferencias y con un sistema de partidos en crisis, sin credibilidad popular, la miseria y la injusticia se combinan  con las ambiciones de los políticos desplazados, con los empresarios arruinados, con los poderosos narcotraficantes ahora amenazados, y todo ello forma un coctel mortal…
            …No se vale  descartar a quienes ahora brotan por el país militando en el EPR. Hace falta hablar con ellos antes de “lanzar toda la fuerza del Estado” para aniquilarlos. Hace falta entender su causa. Es urgente que los pensadores de buena fe que se han pronunciado, quiero creerlo, precipitadamente en su contra,  reflexionen y rectifiquen. El linchamiento moral que pretenden hacer de ellos les saldrá mal. Como salió mal calificarlos de una simple pantomima.
            …La violencia que el gobierno ha ejercido contra el pueblo de México es brutal, ha causado miles de veces más muertos que las guerrillas que ha habido en el país, la de Genaro Vázquez, la de Lucio Cabañas y ahora la del EPR. Esa violencia ha entregado recursos fundamentales del pueblo al extranjero, nuestro petróleo, carreteras, costas, minas,  aeropuertos, puertos y ahora se  apresta a concesionar los ferrocarriles y la petroquímica como antecedente para ceder el petróleo y la generación de energía.
            Esa es la violencia perniciosa que existe contra el pueblo. Contra esa violencia es que se levantan los insurgentes. Contra esa violencia se levantó el EZLN y gracias a que acudió a la lucha armada –aunque ahora lo desconozca- es que el gobierno se sentó a dialogar con él. Ahora el EZLN sabe que surge otra fuerza violenta organizada y, qué bien que lo haya hecho, se deslinda de ella. Pero las causas fundamentales por las cuales surgen son las mismas. Y por esas causas pueden surgir más. Brotarán más si el gobierno no entiende la lección y no se apresura a resolver, primero, la paz con dignidad en Chiapas, dejando de lado  las cuestiones menores que ahora lo detienen, y segundo, pero no en importancia, se lanza con toda decisión, no a aplastar  al EPR con toda la fuerza del Estado, sino a convencerlo con toda la fuerza de la razón, de que hoy no es el tiempo de las armas en el mundo para liberar pueblos, que ahora es el tiempo de resolver las grandes  controversias nacionales con el diálogo, con la razón, con paciencia, con sentido profundo de lo que debe ser una  nación moderna en el siglo XXI, una nación pluriétnica, democrática, soberana, interdependiente del mundo globalizado, nunca supeditada  a los grandes intereses internacionales.

Heberto Castillo
Heberto y Chiapas
Ediciones Proceso.


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