
CADA VEZ QUE MI PADRE MUERE
Cada vez que mi padre muere, vienen los tordos a retarme. Quieren llevárselo. Pero lo impido.
Bajan al césped que circunda su cama. Yo me dejo quieta, inocente, sin pestañear. Hago que no los he visto. Miro las sombras que ahogan la tarde, y ellos piensan que duermo. Y que al dormir, me sueño en otra vida.
Pero de pronto me incorporo; los barro con rabia, rama en mano. Les digo conjuros, y mi voz se quiebra. Y ellos se van, porque me temen.
A veces, cuando mi padre muere, es porque descuido la vigilia, y quedo dormida en brazos de mi amante.
Entonces, enciendo tres velas por mi padre, tres por mi amor y tres por mi alma.
Y los tordos entran al cuarto para arrancar los cabos. El lecho se torna frío como el césped. El Ángel de la Muerte busca alpiste en mi ventana.
Beverley Pérez Rego
Poesía Contemporánea Venezolana
Editorial Arte y Literatura.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario